27 de abril de 2024

Muestra SyFy 2016: día 4

Demon (1)

Humor inteligente, humor tecnológico y los Monty Python.

Damos carpetazo a la muestra SyFy de este año, con una edición considerablemente más floja que las anteriores a nivel general. No ha afectado sin embargo el cambio de sede que, sorprendentemente, ha beneficiado tanto a aumentar la capacidad de público como al visionado de las proyecciones al estar dispuestas las salas de manera que haya menos problemas que en los cines Callao para poder ver tanto las películas como los subtítulos. El hecho de que, además, la “mandanga” (término empleado por Leticia Dolera para definir a los habituales de la muestra que van a gritar, reír y darlo todo durante estos cuatro días) se concentrara en la sala 1, hizo que las proyecciones en el resto de las salas pudieran verse prácticamente en silencio para aquellos que “solo” quieren ver cine. En cualquier caso, un año más disfrutando de buen, mal y regular cine de ciencia ficción con gente apasionada del mismo, y que este año ponía el cierre con la película High Rise, de la cual os hablamos en esta crónica del pasado Festival de San Sebastián.

Pero antes de dar por finalizada la cobertura de la muestra, os dejamos con nuestro top 5 personal y con la crónica del resto de películas del último día:

Top 5:

  1. Bone Tomahawk
  2. Demon
  3. The piper
  4. Vulcania
  5. Listening

Comenzamos la última crónica con una comedia negrísima venida desde Polonia. Demon utiliza como excusa una posesión espiritual para hablarnos en clave de humor de un pueblo, el polaco, que también utiliza excusas más terrenales (el alcohol como causa y consecuencia de todo) para ocultar un pasado cargado de traiciones, genocidios y xenofobia. El director, fallecido hace unos meses, no deja títere con cabeza en su crítica hacia las religiones, las supersticiones y el olvido de tantas muertes de judíos sobre las espaldas del país, con una película que además de contar con una de las mejores fotografías vistas en la muestra, parece empezar como un drama con tintes sobrenaturales para ir aumentando progresivamente el humor negro y acabar de manera totalmente delirante. Una lástima que Demon sea la última película de Marcin Wrona porque imaginamos que aún podría habernos regalado más comedias ácidas con las que disfrutar.

Jeruzalem
Jeruzalem

¿Conocen ese argumento en el que unas jóvenes salen de viaje y durante el trayecto conocen a un chico que las convence para desviarse de su destino, pasar unas mini vacaciones disfrutando de la fiesta, el sexo y el exotismo del lugar, pero que acaba con trágicas consecuencias, entre otras cosas porque todos los protagonistas son idiotas? Exacto, un argumento que hemos visto una y mil veces en tantas otras películas de terror, ya sea sobrenatural o terror del que provocan los propios humanos. Pues esa precisamente es la historia que nos cuenta Jeruzalem, la historia de dos chicas que se van de vacaciones a Tel Aviv pero que en el avión conocen a un chico que las invita a pasar unos días con él en Jerusalén sin saber que están a punto de experimentar el verdadero día del juicio final. ¿Qué tiene de novedoso pues el film? Que en esta ocasión lo vemos todo a través de unas Google glass, lo cual por un lado nos ofrece el dinamismo y la subjetividad de los found footage, y por otro la oportunidad de experimentar con el humor que surge al utilizar todas las posibilidades que las tecnologías y las redes sociales ofrecen, y más en pleno Apocalipsis bíblico. Por lo demás, un entretenimiento fugaz y poco más.

Absolutamente todo
Absolutamente todo

Terminamos la cobertura de la muestra SyFy 2016 con la última locura de los Monty Python, escrita y dirigida por Terry Jones. También se da la coincidencia de que es la última película en la que participó el malogrado Robin Williams, y puede que por estos aspectos y por el hecho de tener como protagonista al siempre divertido Simon Pegg, Absolutamente todo tenga momentos realmente hilarantes. El problema es que, salvo esos golpes de humor, el guión no deja de ser de una simpleza aplastante. Se trata de una variación british de aquella comedia protagonizada por Jim Carrey titulada Como Dios, solo que en esta ocasión son un grupo de extraterrestres (los Monty Python) dotando a un simple mortal (Pegg) de poder absoluto para conseguir todo lo que deseé. Si decide utilizar los poderes para hacer el bien, les confirmaría que la humanidad tiene salvación, si los utiliza para hacer el mal la Tierra será destruida. La película se sostiene como decíamos por la interpretación de Pegg, la nostalgia de escuchar a Williams y a los Python y por los momentos en los que los deseos del protagonista provocan malentendidos al no pedirse correctamente. Pero más allá de eso se trata de una comedieta que no arriesga ni critica absolutamente nada, que llega un momento en el que la fuerza se le va por completo y uno desea fervientemente que acabe cuanto antes.

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