Arrancamos en la 66ª edición del Festival de San Sebastián.
Inauguramos las crónicas de la edición 66 del Festival de San Sebastián, como no podía ser de otra manera, con la peli que ha dado el pistoletazo de salida al baile de este año. Hoy os contaré que tal ha ido El amor menos pensado del realizador Juan Vera. Es su primer largo como director, aunque dentro del cine ya tiene todo un nombre pues ha producido, entre otros, los largometrajes El hijo de la novia (2001) y Luna de Avellaneda (2004), de Juan José Campanella; Leonera (2008), Carancho (2010) y Elefante blanco (2012), de Pablo Trapero; Un novio para mi mujer (2008), de Juan Taratuto; Dos más dos (2012), de Diego Kaplan, y Zama (2017), de Lucrecia Martel.
En El amor menos pensado, Juan Vera, que además de dirigir colabora en el guion, nos cuenta la historia de una pareja, interpretada por Ricardo Darín y Mercedes Morán (Marcos y Ana) que, después de 25 años de matrimonio, decide divorciarse. El detonante de esta decisión es el “síndrome del nido vació”. Cuando su hijo se va a estudiar a España desde Argentina, el matrimonio se plantea cuál es su proyecto de vida en común. Ambos sienten cierto vértigo ante esta nueva etapa que se abre ante ellos. Ana se pregunta qué va a ser de su vida una vez que ya han criado a su hijo y hasta que sean abuelos. Marcos compara el matrimonio con un coche que con el uso se va desgastando. Esta aparente de falta de proyecto en común, hace que tomen la decisión de divorciarse a pesar de que son una pareja bien avenida, que se quiere, respeta y pasa buenos momentos. No obstante, ambos dicen que no están enamorados por lo que deciden poner fin al matrimonio.
Este es el punto de partida desde el que se desarrolla esta comedia. Los personajes van transitando por un arco de emociones y se situaciones, algunas de ellas muy cómicas, que les hacen evolucionar en sus vidas. Es de destacar el uso que hace el realizador de las elipsis para acompañar a los personajes a lo largo de los años. En este periodo asistimos a citas de Marcos y Ana, en algunos casos totalmente descacharrantes, las nuevas parejas de ambos, el nuevo rumbo de sus vidas, las dudas, los miedos. El guión está bastante bien hilado y los diálogos son ágiles y punzantes (las conversaciones entre el matrimonio son realmente buenas) aunque en algunos momentos pierde algo de empuje y frescura, y es cuando la cinta se resiente.
Los actores protagonistas interpretan con total solvencia sus personajes. Mercedes Morán, en concreto está sembrada, y sobresale un poquito por encima de Darín, e incluso le roba alguna escena. Además hay que destacar el elenco de secundarios, sobre todo el matrimonio amigo de toda la vida de Marcos y Ana, que tiene su propia historia, y las distintas parejas que tiene ambos protagonistas, con papeles que han sido regalazos, la verdad.
El amor menos pensado es una película disfrutable y muy simpática, que nos hace pasar un buen rato mientras nos plantea los temas clásicos de la pareja: el amor, lo que dura, el deseo, la pérdida del mismo, si las decisiones que tomas en tu vida son las acertadas o no, qué pasa después de los hijos, si las relaciones continúan por amor o por costumbre, la fidelidad. En fin, lo que en uno u otro momento todos nos planteamos en una relación de pareja después de unos años de convivencia. Y todo ello aderezado con grandes dosis de humor. Hay que decir, que, aunque la película no es redonda, ha sido la mejor inauguración de los últimos años, sin lugar a dudas.