26 de abril de 2024

Críticas: Millenium: Lo que no te mata te hace más fuerte

Vuelve Lisbeth Salander sin brío fincheriano.

Siete años después de la primera adaptación en Hollywood, la brillante Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres de David Fincher, Lisbeth Salander regresa a la gran pantalla con Lo que no te mata te hace más fuerte, la cuarta novela de la saga, escrita por otro autor, David Lagercrantz, tras la temprana muerte en 2004 de Stieg Larsson, cuya trilogía literaria tuvo al completo versión cinematográfica en Suecia protagonizadas por Noomi Rapace. La nueva entrega no tiene el nervio ni el deslumbrante empaque de su antecesora, pero es un thriller entretenidísimo, arraigado a su tiempo para introducir temas del presente y resultón que podría ser el primer capítulo de una franquicia estilo James Bond con protagonista femenina.

Sony Pictures ha tardado en relanzar Millennium probablemente a causa de unos resultados en taquilla ajustados en 2011, pese a la gran recepción de la crítica y su presencia en los Oscar (victoria en montaje incluida). Sin Fincher al mando, la mayor dificultad era encontrar un relevo a la altura; aunque de entrada se antoja como una tarea del todo imposible. Fede Álvarez fue finalmente el elegido tras sus notables logros con el remake de Posesión infernal y la home-invasion No respires, aunque ahora su acercamiento al thriller nórdico europeo sea precisamente su trabajo menos logrado. También, quizás, en el que menos libertad creativa haya ostentado. Más allá de elucubraciones sobre el funcionamiento de un gran estudio, lo que resulta clarividente es que el director uruguayo está a años luz de la imaginería visual de Fincher para la puesta en escena y de su talento narrativo. No obstante, Álvarez construye con destreza una fría y sosegada atmósfera, acorde con el perturbador relato de conspiraciones y abusos que teje toda la película.

El mayor problema de Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte es que todo en el filme funciona pero ninguno de sus aspectos resulta especialmente revelador. Álvarez se acomoda en la fórmula sin mostrar interés por jugar con los códigos, como sí hiciese en su estupenda No respires. No obstante, hay mérito para ofrecer un buen thriller siguiendo todas y cada una de las pautas establecidas, sino recordad la decepcionante El muñeco de nieve de Tomas Alfredson, claro ejemplo de película fallida. Por otro lado, el mayor logro de este nuevo capítulo en la vida de Lisbeth Salander es vincular la trama de intriga central sobre ciberterrorismo y el pasado más oscuro y doloroso de ella, un trauma que arrastra desde su niñez y que parecía superado con el suicidio de su hermana tres años atrás. Salander es un bombón de personaje y explorar su psicología mediante un Rosebud en clave ajedrez y araña es todo un acierto.
Al relevo de Fincher, había que sumar otro: Rooney Mara, nominada al Oscar por su interpretación en Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres. La joven actriz ofrecía una actuación magistral, como Noomi Rapace ya hicese en la trilogía sueca. La escogida para esta nueva adaptación fue toda una sorpresa: Claire Foy, la protagonista de la estupenda serie The Crown, ahora también en cines con First Man. Con estos tres papeles está claro que es una de las mejores actrices de su generación, su Lisbeth Salander es otra gran muestra de su enorme versatilidad y podría valerle tantos premios (actriz protagonista) como por interpretar a la mujer de Neil Armstrong (actriz secundaria).

Si bien es cierto que pocos músicos pueden dotar sus partituras para el cine de la modernidad y capacidad imaginativa de Trent Reznor y Atticus Ross como en Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres , también lo es que la banda sonora de Roque Baños para Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte es notable, apoyada en un conjunto de temas que arropan armoniosamente la atmósfera del conjunto. Consciente de una reseña incapaz de alejarse de la alargada sombra del anterior filme de David Fincher, cabe apuntar para concluir que la adaptación de Álvarez es un buen thriller de crímenes y conspiraciones, sin pretensión alguna más allá de triunfar en taquilla y con la resolutiva mirada a los temas candentes (feminismo, ciberespionaje entre países, abusos…).

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