25 de abril de 2024

Críticas: Necesitamos tu voto

El castillo de naipes francés.

La máxima “en política vale todo” es llevada a su expresión más excéntrica y desternillante en esta parodia de los entresijos del proceso de primarias de uno de los grandes partidos de Francia. El director debutante Mathieu Sapin acompañó a François Hollande en su periplo para ser escogido candidato del Partido Socialista y la posterior campaña electoral que lo llevó a ocupar la presidencia del país vecino. Plasmó su cuaderno de bitácora en viñetas de un cómic caricaturesco y ahora adapta su propia obra al medio cinematográfico. Las experiencias observadas por Sapin trasladadas a un partido y candidato inventados para incidir en una realidad universal, aplicable en cualquier democracia avanzada.

Las ficciones con un alto componente político suelen pecar de un exceso de idealización de cómo nos gustaría que fuesen nuestros gobernantes o de un exceso de maniqueísmo con una lucha simple entre honestos y villanos. Al ser Necesitamos tu voto una comedia disparatada y de tono paródico al estilo de In the Loop evita embadurnarse de una de esas vías tan poco convenientes. Es cierto que en tiempos de política internacional tan convulsos (Trump, Brexit, auge de la extrema derecha), el acercamiento a la miserias del mundo interior del funcionamiento de los partidos que elabora Sapin sabe a poco, a muy manido. Por ejemplo, dos soberbias series como Veep o The Good Fight han sabido sacar oro del momento actual y ser un fiel (y alocado) retrato del incierto (y alocado) estado de la diplomacia, líderes y movimientos sociales.

Ahora bien, Necesitamos tu voto funciona como un tiro en todo momento, aunque todo suene demasiado a déjà vu, su efectividad es su mayor baza. La película también resulta especialmente estimulante gracias a la pareja protagonista (la directora de campaña del candidato y su nuevo joven ayudante), la química entre ambos y la consonancia entre su relación amorosa y las aspiraciones profesionales de ambos. Es decir, la lealtad en el amor con la lealtad en el trabajo en un filme de clara convicción crítica y cómica. El verdadero protagonista es Arnaud, el recién licenciado, soñador y activista que irá mutando en oportunista y ambicioso al descubrir toda la putrefacción y maquinaria del aparato político institucional. Un rol que remite al de Ryan Gosling en aquella notable Los idus de marzo de George Clooney, aunque aquí Finnegan Oldfield se maneja cómodamente en terrenos de la comicidad más esperpéntica (la escena de la bañera o la playa).

Si en algo erra Necesitamos tu voto es en la desmesura de algunas de sus tramas que, pese a jugar la baza de la parodia extrema, restan verosimilitud al salvaje retrato de la clase política. Desarrollo de las tramas y acciones de los personajes extralimitados debe haberlos, pero al guionista y director se le termina escapando la historia de las manos. Si sigo citando ficciones del mismo ámbito es algo similar a lo ocurrido con la serie House of Cards, que pasó de la excelencia al culebrón en su apuesta por perder todo ápice de percepción de realidad. A Sapin le ocurre un poco lo mismo, aunque manteniendo siempre el pulso firme y, sobre todo, las estupendas dosis de humor y diálogos absurdos. El cine francés ya brindó hace pocos años, y también partiendo de un cómic, otra descojonante parodia política con Crónicas diplomáticas de Bertrand Tavernier, mucho más incisiva y directa a la yugular. Quizás Necesitamos tu voto sea algo complaciente, en tanto que aspira a lograr el título de «la película más taquillera en Francia«, pero su acidez, su excelente reparto y los cuantiosos chistes que atinan acertadamente la sitúan por encima de la media de películas del país vecino que nos llegan con tan malogrado eslogan.

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