Lo más destacable de Anonymous es su amalgama de géneros. Desde aquí aplaudimos la valentía de Roland Emmerich. No hay mucha gente que se atreva a hacer una comedia disfrazada de drama de época, basado en un biopic inventado, con muchas escenas de acción y con grandes dosis de suspense. Tanta es su osadía, que me la ha contagiado a través de la pantalla, ahora me aventuro a afirmar no solamente que el director alemán ya está a la altura artística del mismo Shakespeare (algo que es obvio); sino que también hay que difundir el nacimiento de un nuevo género cinematográfico: el género Emmerich. Intentaremos diseccionar las claves de este nuevo género a través de su película fundacional: Anonymous.
a) El fin justifica los medios: el objetivo es adoctrinar al espectador, el cual va al cine en busca de respuestas y para que se lo den todo masticado y regurgitado; generar preguntas puede ser peligroso, podría traer el problema de que alguien piense y reflexione sobre lo que está viendo. De ahí que esta película no trate sobre el misterio que rodea la identidad de las obras firmadas por William Shakespeare, sino que lo que se cuenta es la vida de Edward de Vere (Conde de Oxford), el verdadero autor de estas obras a todas luces y sin discusión alguna. Que no haya pruebas históricas que confirmen este hecho es lo de menos; así que se describe a Shakespeare como un idiota medio analfabeto, ya que es absolutamente imposible que el fuera el escritor, y a Edward de Vere como un hombre de una cultura inmensa y con una vida sumamente agitada que inspiró muchas de las obras que él mismo escribió.
b) El flashback: el elemento clave a la hora de elaborar la narración. La película empieza en un teatro de Nueva York en la actualidad; se hace un flashback en el que se retroceden unos 400 años; dentro de este flashback, se hace otro de cinco años; y a su vez dentro de este, hay otro retroceso temporal de unos 40 años. En la alternancia de estos dos últimos tiempos es donde sucede casi toda la película. Es decir, que en ocasiones estamos dentro del flashback del flashback del flashback. Obviamente, a Emmerich y Orloff (el guionista) les impresionó sobremanera Origen de Christopher Nolan, y han llevado a la práctica cinematográfica que se debe hacer para implantar una idea en el cerebro del espectador.
c) Drama de época como disfraz de comedia: un punto al alcance de muy pocos directores (Michael Bay o Michael Oblowitz tal vez tengan la opción), ya que este engaño necesita de tiempo y dedicación, es básico forjarse una filmografía que no requiera del cerebro para apreciarla. Siguiendo los pasos de Joaquin Phoenix y su documental I´m still here, Emmerich propone una vuelta de tuerca del engaño al espectador. A priori parece que Anonymous tiene unas pretensiones distintas al del resto de sus películas, puede aparentar que ha dado un giro en su carrera y que quiere ser tomado en serio artísticamente. Pero el ingenio de este hombre vuelve a superarnos. Todo esto es una gran comedia, una especie de experimento a gran escala. Emmerich se ríe de sí mismo al intentar rodar un drama de época. No es que las interpretaciones del casting sean absolutamente lamentables, sino que están en una refinada clave paródica. El actor Sebastian Arnesto alcanza la mayor cota de virtuosismo interpretativo, cuando simula emocionarse y estar desolado entre balbuceos y con esa dicción gutural rayana a la voz de Shakira.
d) Suspense: el suspense en el género Emmerich no se basa en crear el deseo de descubrir cómo acaba la película, algo que es evidente desde el primer fotograma, sino que esta emoción se centra en que el espectador quiera saber cuándo demonios acaba el film. Cuantos más finales parezca que haya mejor. En Anonymous, el maestro Emmerich, logra crear la falsa ilusión de que la película dura toda una eternidad, cuando solamente son dos horas y diez minutos.
Estos son los puntos más importantes del género Emmerich, y aunque es evidente que hay otros aspectos importantes, tenemos que pedir perdón por no disponer del espacio para analizarlos todos con el detalle necesario. Esperamos con gran ansia que Roland Emmerich y otros directores (de aquí podría surgir una nueva corriente cinematográfica) sigan ahondando en este nuevo cine, y así poder ir detallando estos elementos que no hemos podido mencionar.
Conclusión: Emmerich se ha superado. Una vez más.
Jamás pensé que viviría para ver a Emmerich haciendo una pelicula de época sobre Shakespeare. ¿Qué será lo próximo? ¿Bay reversioneando El Quijote?
Hombre, Bay con el Quijote haría una secuela de Armageddon, y lo sabes; cientos de molinos impactando en ciudades y Will Smith en el papel del Quijote salvando a la humanidad con un virus del Windows 3 en un disquets. Lo veo muy claro.
También lo veo. Megan Fox de Dulcinea y Peter Dinklage haría las suertes de Sancho Panza
Michael es un incomprendido. Cuando durante el rodaje de Transformers llamaba Zorra a Megan, nadie se dio cuenta que la estaba llamando por su apellido y no insultándola 🙁
Maikol podría meter una sutil referencia metaliterario-cinematográfica con un personaje manco que llevase una prótesis robótica ultrapoderosa y así de paso homenajea al nuevo género emmerichiano.