Un duelo a muerte entre los dioses del Olimpo filmaffinitero acerca de lo último del director que más le gustan los pañuelos, Tarsem Singh.
Cara por Neathara:
Hay una serie de espectadores a los que Immortals trasladará al Olimpo. Y hay otra serie de personas que se sentirán decepcionadas por la enésima vulgar épica hiperestilizada, similar en sus líneas a los recientes desastres del género patrocinados por el señor 3-D. Pues lo que encontramos en esta singular obra cinematográfica es el viejo fenómeno de las dos películas en una. En primer lugar, un magno espectáculo visual y en segundo lugar, otra más de su estilo.
A continuación, diez momentos que hacen que Immortals sea un placer de los dioses. Va con spoilers.
1. Las peleas: será todo lo 300 que quieras, pero no has visto a Snyder hacer una lucha inteligible en la puta vida. Tarsem planifica al detalle sus escenas y además de disfrutar de gore en cantidad, se advierte una elegancia y una claridad en los enfrentamientos de los que más de uno debería tomar nota.
2. La reinterpretación del mito: los filólogos clásicos y el club de fans de Teseo se tirarán de los pelos al ver al mito sodomizado en aras de la molonidad. Pero detalles como el del Minotauro y el laberinto, mostrados bajo una nueva luz, insinúan que más que una traición esto es en parte, una revisión.
3. No hay conversión 3-D: nada de transformaciones oportunistas de última hora. El 3-D de Immortals es un 3-D imbricado en lo visual desde el inicio. y es que Tarsem demuestra ante todo, que es un profesional de la imagen y de chapuzas, nada.
4. El discursito para animar a las tropas: bien, cuando da inicio este tópico que no puede faltar en ninguna peli épica que se precie, nos damos cuenta de lo muy crack que es Tarsem, que consigue arrancar una fuerza descomunal a un tipo de escena mil veces vista y bastante mal escrita.
5. Los titanes de Titanlux: aun reconociendo que son un poco más tirillas de lo que se espera de unos titanes, su presentación al inicio de la película es realmente impresionante y su aparición estelar, un torbellino de acción, sangre y crudeza dignos de Ares.
6. El Olimpo: quitando el pequeño detalle de que todavía está por ver un Olimpo en cine que no resulte hortera y con dioses que no lleven armaduras de caballeros del Zodíaco, éste es un lugar de diseño etéreo y minimal, como un escenario teatral.
7. Los dioses del Olimpo: por fin vemos a Zeus repartiendo como panes. No hace falta decir más.
8. Paseo del Prado: al contrario que recientes pufos como Conan, no son los efectos digitales y los wallpapers cutres los que toman el protagonismo en Immortals. Prevalece el estilo Tarsem caracterizado por su maravilloso empleo de los colores y texturas (el de Immortals es un mundo tangible) y también de los encuadres, mucha estética Caravaggio y un clásico en los escenarios del indio: la composición de El Juramento de los Horacios, de David.
9. La vaquita del malo: me niego a describirlo. Hay que verlo. Brutal.
10. La batalla en el cielo: de esta tampoco diré nada. Hay que verla. Bellísimo broche final.
Pues eso. Que puedes ir a reírte de Mickey Rourke (otra vez) y descojonarte vivo de la película. Puedes aplaudir por no llorar. Puedes ir con el piloto automático del desdén encendido y precavido contra la enésima imitación de 300. O, en cambio, puedes ir a ver a un artista haciendo ARTE.
Como diría el amigo Renton: Elige ser heroico o elige ser heroinómano.
Cruz por Maldito Bastardo:
Los que quedaron fascinados con la fotografía de The Fall: El sueño de Alexandria en Immortals quedarán tocados por la magia venida del mismo cielo divino. Aunque la belleza (y cursilería) de esos pétalos rojos, que cubren parte de la magnificencia de sus planos, se enfrentan al choque de titanes paridos de un videojuego, casquería al punto, sangre pixel-desparramada, splatter digital a granel y cortes a la garganta. La pureza frente a la brutalidad (in)humana. ¿Quería contarnos eso Tarsem en esa relación de dioses y hombres, de dioses y monstruos? Lo que está claro que para enfocar correctamente el visionado de una película tan petu-y-puti-lante hay que olvidarse (si es que se puede, claro) de la mitología griega… ¡Al completo!
Sinceramente yo no he podido y ni siquiera el Club de Fans de Atenea que se encontraba presente durante la proyección ha conseguido disipar mis dudas: Immortals me parece todo un bodrio que se aprovecha de 300 y Furia de Titanes para cazar y aturdir al espectador pero que cuenta con una diferencia sutil: el invento es demasiado ‘potito’ para’ cascarle un ‘cerito’.
A continuación los DIEZ mejores Momentos de Immortals que hacen que lo bonito y lo cursi quede ‘refregado’ por el ¿pretendido? ridículo. ¡Viva la fiesta con ‘goyur’ griego! Cuidado, que hay spoilers… como el culo…
1.- Castración y Nata con Nueces. No me extraña la obsesión con las nueces que tiene Hiperión (Mickey Rourke) y su casco de Pokemón (muy intimidatorio, por cierto). Y es que la rompe todas-todita-todas. Yo, desde luego, no me apunto a un ejército que basa su vida y obra en desfigúrate y que un Sr. Toro te meta ‘los güevillos’ pa’ dentro con un martillo de demolición.
2.- ¡Mmmm, Stephen Dorff, ladrón…! Con esta frase se gana a una audiencia: ‘Soy ladrón y voy a robarte tu corazón…’. ¡Qué piropo! ¡Qué poderío que tiene el ladrón Dorff metido! ¿Será nuestro amante bandido o le va a poner una tienda de casquería con todos los despojos de Immortals?
3.- Chapapote mitológico. ¡Nunca máis! La mitología tampoco está exenta de quedar embarrada con chapapote hasta el refajo. Poseidón, rey mío, dile a tus sirenas que tiren de la cadena después de hacer popó. ¡Y quítate esas ensaimadas de la cabeza, por Zeus!
4.- ¡No a los toros! El enfrentamiento entre Teseo con el Minotauro es brutal y a muerte aunque aquí el debate anti-taurino se extiende a la brutalidad de la bestia. ¿Quién es el malo y villano aquí, el Toro Terminator o el cuerpo serrano del torero? Con esos abdominales es muy normal y coherente que un toro (o vaquilla) le pida a Teseo que le clave toda la banderilla.
5.- Justificación del 3D como el Culo… Muchos han dicho que este año Wim Wenders ha dignificado el 3D en Pina. ¡Mentira porculera! La justificación y excelencia del 3D ha quedado patentada con el Sr. Culo de Freida Pinto cubriendo 3 partes de la pantalla en un voluminoso 3D. Un plano glúterante en toda su extensión tridi-mensional.
6.- Virgen por desinterés. La vidente Fedra (Freida Pinto) puede ver el futuro mientras mantenga su virginidad a buen recaudo hasta que llega Teseo y su cuerpo del deseo. ¡Guapa, que no vas a hacer ningún sacrificio por perder tu don! Porque tú lo que quieres es que te coma el tigre, que te coma el tigre, tu carne morena…Aplausos en la sala.
7.- Dog of the Year. Cuando muchos dudábamos entre la competición por el galardón al mejor can del 2011 entre Uggie (The artist) y Milú (Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio) aparece el perro de Hiperión y deja la (mito)lógica por los suelos. A ver, para que me entiendan…el chucho coge el legendario arco Epiro y parte para llevárselo, como si fuera el periódico de la mañana, a su amo. Atenea, unos minutos después, crea a dos caballos guays para que transporten a los héroes al Abismo de Helm (versión presa griega). El perro con un pedazo arco, que ya le cuesta coger a Teseo, llega varias horas antes ¡y sin perder el aliento! Los caballos, tarde… y cuasi-muertos. ¿Winner? Total.
8.-No digas Titanes, di masillas. Una cosa es que a los pobres titanes les tengan agarrados por la boquita al mango de un futbolín desde el principio de los tiempos en el monte Tártaro. Otra cosa es que cuando son liberados parezcan extras infinitos de una peli de Tarzán dignos del peor videojuego. ¡Esos no son Titanes, son masillas!
9.- La Muerte de Atenea y su Club de Fans. Tuve la suerte de disfrutar de la película en compañía del Club de Fans de Atenea. Cada vez que aparecía en pantalla decían su nombre en voz alta… pero a Atenea aquí la pasan por la piedra los Titanes. Todo el cine lloró su pérdida.
10.- ¡Qué F-E-O que es el hijo de Teseo y Freda! ¡Pero qué FEO! Habrá salido a la abuela porque esos ojos azules y esa cara de gamba no son del padre ni de la madre. Aunque con el trauma que le viene encima: hay guerra en los cielos pero Zeus, en su cuerpo de mortal-viejuno-terrenal, pasaba por allí de visita. El niño mira para arriba y sólo ve entrepiernas de titanes, dioses y ¡la de su papá! Menos mal que era el F-I-N.
[El Culo de Freida Pinto, el Perro de Hiperión y el Club de Fans de Atenea se negaron a participar en el presente artículo]