Les dejamos con una lista de las diez mejores películas de la década de los noventa (con texto complementario) de cada uno de los miembros de CINEMA AD HOC.
LOS NOVENTA SEGÚN TARKO:
1. Underground (Emir Kusturica, 1995)
2. Sátántangó (Béla Tarr, 1994)
3. La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993)
4. Quemado por el sol (Nikita Mikhalkov, 1994)
5. Tres colores: Rojo (Krzysztof Kieslowski, 1994)
6. Tren de sombras (José Luis Guerín, 1997)
7. El valle de Abraham (Manoel de Oliveira, 1993)
8. Richter: L’Insoumis (Bruno Monsaingeon, 1998)
9. La princesa Mononoke (Hayao Miyazaki, 1997)
10. Madre e hijo (Alexandr Sokurov, 1997)
Otra gran década para el cine. Kusturica conseguía, con su metáfora sobre Yugoslavia, no sólo la cima de su carrera, sino también la mejor película de la década. Una reflexión sobre la historia de la ex Yugoslavia y una contundente denuncia a los «ismos». Entre felliniana y berlanguiana, aderezada con ese humor de Kusturica influenciado por películas como Línea no regular (Sijan, 1980) o El espía de los Balcanes (Kovacevic & Nikolic, 1984). Béla Tarr terminaba de pulir su estilo, que empezó a vislumbrarse en La Condena (1988), con su descomunal obra maestra Sátántangó. Spielberg nos conmovía con uno de los mejores acercamientos al holocausto y un trio actoral (Neeson, Kingsley y Fiennes) en estado de gracia. Mikhalkov plasmaba su visión de la época estalinista, con su hija iluminando cada plano. Kieslowski cerraba su trilogía de los colores y, desgraciadamente, también su filmografía con Rojo, testamento cinematográfico con ese alter ego encarnado por Jean-Louis Trintignant. Guerín realizaba una de las mejores películas españolas de la historia, todavía hoy sin el reconocimiento merecido, algo, por otra parte, habitual en este país, ¿verdad, Erice? El incombustible Oliveira llevaba a la gran pantalla la arrebatadora historia de una Bovary portuguesa. Monsaingeon nos regalaba un viaje al alma del legendario pianista Sviatoslav Richter, probablemente el más grande de todos los tiempos. Miyazaki realizaba una oda a la naturaleza en uno de sus mejores largometrajes. Y Sokurov iniciaba su díptico sobre las relaciones entre padres e hijos con una película que mostraba la inmensa entrega y devoción de un hijo reticente a lo inevitable.
LOS NOVENTA SEGÚN RIZZO:
1. Carretera perdida (David Lynch, 1997)
2. Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999)
3. La delgada línea roja (Terrence Malick, 1998)
4. La edad de la inocencia (Martin Scorsese, 1993)
5. Trust (Hal Hartley, 1990)
6. Sin perdón (Clint Eastwood, 1992)
7. Uno de los nuestros (Martin Scorsese, 1990)
8. Pesadilla antes de navidad (Henry Selick, 1993)
9. Eyes Wide Shut (Stanley Kubrick, 1999)
10. Toy Story (John Lasseter, 1995)
Los noventa son los años en los que vemos nacer a directores como Paul Thomas Anderson, David Fincher o Quentin Tarantino. También donde Pixar da sus primeros pasos en los largos. La década en la que Malick regresa 20 años después y en la que Kubrick se despide. Clint Eastwood obtiene el respeto definitivo como director tras un inicio de década sobrenatural y Spielberg se encuentra en su década menos interesante, pero en la que gana sus ansiados Oscars. Las calles de Nueva York imponían respeto en películas como Teniente corrupto (Ferrara, 1992) o Posibilidad de escape (Schrader, 1992). Es sorprendente que Woody Allen no hiciera una película de drogadictos. Scorsese no quiso bailar con lobos. No era uno de los suyos. Como Carlito Brigante, cuando hablo de esta década estoy atrapado por mi pasado.
LOS NOVENTA SEGÚN DEAN MORIARTY:
1. Uno de los nuestros (Martin Scorsese, 1990)
2. Sin Perdón (Clint Eastwood, 1992)
3. Funny Games (Michael Haneke, 1997)
4. Maridos y mujeres (Woody Allen, 1992)
5. El dulce Porvenir (Atom Egoyan, 1997)
6. Carretera Perdida (David Lynch, 1997)
7. Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)
8. Tres colores: Azul (Krzysztof Kieslowski, 1993)
9. Muerte entre las flores (Joel & Ethan Coen, 1990)
10. Secretos y mentiras (Mike Leigh, 1996)
La industria estadounidense sigue aumentando su producción. En los 90 encontrarán en el formato doméstico del vídeo un nuevo filón a explotar. Se rodó mucha morralla, pero también inolvidables películas: Woody Allen, Martin Scorsese, Clint Eastwood, David Lynch o Terrence Malick, son algunos de los directores consagrados que dejaron su impronta en esta década. Junto a ellos, surgen nuevos nombres como Quentin Tarantino o David Fincher; y hay que destacar la consagración de los Hermanos Coen, que nos regalan joyas como Muerte entre las flores (1990), Barton Fink (1991), Fargo (1996) y El gran Lebowski (1998). Sin olvidar, por supuesto, el cine canadiense con Atom Egoyan, David Cronenberg y la impactante película del malogrado Jean-Claude Lauzon: Léolo (1992). Al otro lado del Atlántico, las fronteras entre los países son cada vez más flexibles y el número de coproducciones aumenta considerablemente. Kieslowski sale de Polonia y es acogido en Francia; su película bisagra será la preciosa La doble vida de Verónica (1991). Luego rodará la recordada trilogía de los tres colores y fallecerá pocos años después, con 54 años, estando quizá en su mejor momento artístico. También irrumpe en toda Europa la fuerza narrativa de Michael Haneke con películas como El vídeo de Benny (1992) y Funny Games (1997), que no dejará a nadie indiferente. Y del continente asiático es obligado mencionar a Wong Kar-Wai con Chunking Express (1994) y Days of Being Wild (1990), a las películas de animación del genio Miyazaki y a otro grande como Takeshi Kitano.
LOS NOVENTA SEGÚN MARTÍN CUESTA:
1. Funny Games (Michael Haneke, 1997)
2. Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)
3. Tren de sombras (José Luis Guerín, 1997)
4. Uno de los nuestros (Martin Scorsese, 1990)
5. Carretera perdida (David Lynch, 1995)
6. Ed Wood (Tim Burton, 1994)
7. Chungking Express (Wong Kar-Wai, 1994)
8. Tres colores: Azul (Krzysztof Kieslowski, 1993)
9. La bella mentirosa (Jacques Rivette, 1991)
10. Sin perdón (Clint Eastwood, 1992)
Para mí, y para muchos de mi quinta, la década de los 90 fue la década del despertar… entiéndanme bien, veníamos de ser unos críos que se pirraban por ser aviadores en la escuela de Top gun y llevar una moto, una chupa de cuero con pegatinas y unas Ray-ban como el pavo ése, Maverick, o por viajar como un rayo al pasado usando un condensador de fluzo y un Delorean amarillo e incluso por rescatar a extraterrestres perdidos y afectados por severos procesos gripales cuando, de repente, algo cambió: quizás fue culpa de Lynch y su Twin Peaks o quizás de aquella vez que, en medio de un trance cannábico (sí, también despertamos a otras cosas) percibimos que, además de las risas, había una endemoniada estructura en el cine del pavo aquel, Tarantino. El caso es que despertamos y supimos que ya nada, nunca, volvería a ser lo mismo, que si estábamos en Madrid nos acercaríamos a ciertos cines donde estrenaban pelis francesas en V.O. o que pondríamos cualquier excusa para no salir esa noche porque en La 2 ponían Ran, de un tal Kurosawa. Seguramente nos volvimos medio imbéciles, ya sé que lo estáis pensando. Echadle la culpa a Lynch, ya lo hacéis siempre de todas maneras.
LOS NOVENTA SEGÚN GRANDINE:
1. Atrapado en el tiempo (Harold Ramis, 1993)
2. Los puentes de Madison (Clint Eastwood, 1995)
3. Trust (Hal Hartley, 1990)
4. Tren de sombras (José Luis Guerín, 1997)
5. Leon, el profesional (Luc Besson, 1994)
6. Terminator 2 (James Cameron, 1991)
7. Fallen Angels (Wong Kar-Wai, 1995)
8. Porco Rosso (Hayao Miyazaki, 1992)
9. The Addiction (Abel Ferrara, 1995)
10. Funny Games (Michael Haneke, 1997)
La década de los 90 fue quizá una de las mejores que se recuerdan para el cine independiente norteamericano, que, desde John Cassavetes, no había cobrado tanta trascendencia como lo hizo durante esa década, cuando surgieron multitud de talentos y se asentaron otros tantos: desde la mordacidad de Hal Hartley y Bill Plympton, hasta los primeros pasos de Larry Clark, Gregg Araki, Todd Haynes, Todd Solondz, Richard Linklater o Tom DiCillo (y los que me dejo por el camino), todo ello sin olvidar algunas de las obras más representativas de talentos como Abel Ferrara (The Addiction, Teniente corrupto), Jim Jarmusch (Mystery Train, Dead Man) o John Sayles (Hombres armados, Lone Star). En definitiva, el crecimiento cualitativo y exponencial de un cine que, justo un año antes, había quedado huérfano del que fue su padre y máximo representante y que, desgraciadamente, no ha empezado a tener repercusión real hasta principios del nuevo siglo, cuando se empezó a suavizar y ablandar. Además de ello, el cine de acción seguía dando su estirón definitivo y redondeando lo logrado una década antes: hacer que un androide llenase el recuadro de emoción, lograr empatía a través de la historia sobre la amistad entre una niña y un asesino a sueldo o comprender, entre desmesurados tiroteos, la camadería entre dos personajes. Cosas que, en definitiva, sólo se podían lograr en los 90, esa magnífica década que dejó recuerdos imborrables, y no porque formasen parte de nuestra infancia, precisamente.
LOS NOVENTA SEGÚN SNUFF:
1. Chungking Express (Wong Kar-Wai, 1994)
2. El club de la lucha (David Fincher, 1999)
3. Parque Jurásico (Steven Spielberg, 1993)
4. Ed Wood (Tim Burton, 1994)
5. Matrix (Hnos. Wachowski, 1999)
6. El gran Lebowski (Joel & Ethan Coen, 1998)
7. Atrapado en el tiempo (Harold Ramis, 1993)
8. El vídeo de Benny (Michael Haneke, 1992)
9. Corazón Salvaje (David Lynch, 1990)
10. El verano de Kikujiro (Takeshi Kitano, 1999)
Al realizar listas de películas favoritas, prefiero escoger películas poco conocidas. Abordando los 90, me resulta imposible: las que gozaron de gran popularidad fueron productos notables que brillaban de forma bien diferente a sus homólogas de la década posterior. La década se comenzó con ilusión, con los avances tecnológicos puestos al servicio del cine y no viceversa: aún me sorprenden los dinosaurios de Parque Jurásico, una película de hace casi 20 años. La comedia es un género que me desespera, pero en los 90 tuvo lo que considero puntos cumbre: Atrapado en el tiempo y El gran Lebowski. Tim Burton en estado de gracia nos dio con Ed Wood en las narices; era imposible pronosticar el terrible declive que vendría después. Directores más underground como Lynch, Wong Kar-Wai o Michael Haneke nos sorprendieron con obras prácticamente primerizas que ya llevaban toda su señal de autoría. En especial, Chungking Express, que captura con fuerza la magia de los 90; su atmósfera, de existir tal cosa. Kitano no estaba ni mucho menos debutando, se apartó de su camino habitual para rodar la que paradójicamente es una de sus mejores películas, escogiendo una historia tierna en lugar de sus acostumbrados retratos de la violencia yakuza. El fin de la década se miró con escepticismo y malestar: el hombre condujo la vista con horror hacia la sociedad oscura, consumista y perversa que había creado. Su violento rechazo nos dio tanto Matrix como El club de la lucha, siendo particularmente irónica la condición de esta última: una superproducción underground anti-establishment.
LOS NOVENTA SEGÚN DIEGO BEJARANO:
1. Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)
2. La princesa Mononoke (Hayao Miyazaki, 1997)
3. Una historia verdadera (David Lynch, 1999)
4. El gran Lebowski (Joel & Ethan Coen, 1998)
5. Eyes Wide Shut (Stanley Kubrick, 1999)
6. Carretera perdida (David Lynch, 1997)
7. El club de la lucha (David Fincher, 1999)
8. Ed Wood (Tim Burton, 1994)
9. Exótica (Atom Egoyan, 1994)
10. Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999)
El cine americano deja atrás la controvertida década de los ochenta para reinventarse a sí mismo, y de qué forma, a finales de siglo. Una nueva generación encabezada por muchos de los grandes titanes del panorama actual –Fincher, Tarantino, P. T. Anderson- toma el relevo y garantiza el resurgimiento de una industria capaz de aunar calidad y espectáculo de masas con una solvencia fuera de toda duda. Sumemos también a aquellos autores que empezaron a despuntar en los ochenta y que confirman su indudable talento en esta década, con especial mención a los hermanos Coen y a un David Lynch en estado de gracia capaz de sorprender en su radical cambio de registro, del vanguardismo más radical al clasicismo más puro y evocador. Por su parte, Stanley Kubrick ponía el colofón a su filmografía y, de paso, al siglo XX con una película enigmática y sugerente, tremendamente lúcida y lamentablemente incomprendida en el momento de su estreno. Cabe destacar El club de la lucha como paradigma definitivo de film que supo asimilar los códigos estéticos y visuales de su tiempo y vincularlos a un discurso brillante sobre la insatisfacción y el hastío de la generación a la que representaron: nunca fue una propuesta gratuita y reaccionaria como muchos creyeron ver. Finalmente, en esta década prolífica el cine americano compartió protagonismo con otros autores de no poca valía que, por razones de espacio, no han tenido cabida en mi lista, pero que merecen ser citados: Haneke, Kitano, Kaurismäki, Kar-Wai y Kiarostami, entre otros, también fueron muy grandes.
LOS NOVENTA SEGÚN SERGIO ANDRÉS:
1. El rey León (Minkoff & Allers, 1994)
2. El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991)
3. La vida es bella (Roberto Benigni, 1997)
4. Seven (David Fincher, 1995)
5. Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)
6. Sin perdón (Clint Eastwood, 1992)
7. L.A. Confidential (Curtis Hanson, 1997)
8. Casino (Martin Scorsese, 1995)
9. El día de la bestia (Álex de la Iglesia, 1995)
10. Magnolia (P. T. Andersson, 1999)
Liderando la lista, una película de animación mágica. Disney tocó, y sobrepasó en gran medida, el techo emocional con este film que nace de la pieza teatral Hamlet. El silencio de los corderos es la prueba de que sí es posible que el séptimo arte consiga superar, en calidad, a una gran novela, como es la de Thomas Harris; todo ello gracias a un guión soberbio, una magistral dirección y dos lecciones de interpretación como las de Jodie Foster y Antony Hopkins.
Roberto Benigni creó en 1997 una de las películas más conmovedoras de la historia, una fábula de principio a fin. Seven y Pulp Fiction, dos clásicos del cine moderno. El primero es, posiblemente, para un servidor, uno de los mejores thrillers policíacos de los últimos tiempos. Pulp Fiction, la genialidad de Tarantino, tiene un guión sencillamente ingenioso, y chispeante como ninguno. Scorsese y Eastwood, como no podía ser de otra forma, aportan su grano de arena con dos films soberbios, como Sin perdón y Casino. Junto al western, el cine negro es otro de los géneros que más obras maestras ha aportado en la historia del séptimo arte y que, casual y desgraciadamente, ha aportado muy poco en las dos últimas décadas. Una de las películas que se salvan, L.A. Confidencial. Una película española asoma por la lista, El día de la bestia, una grotesca, disparatada pero fantástica y divertida cinta de fantasía y terror, con una excelente ambientación. Magnolia cierra la lista. Una película absolutamente espléndida.
LOS NOVENTA SEGÚN SARAJESKI:
1. Al límite (Martin Scorsese, 1999)
2. Underground (Emir Kusturica, 1995)
3. La delgada línea roja (Terrence Malick, 1998)
4. Reservoir Dogs (Quentin Tarantino, 1992)
5. Trust (Hal Hartley, 1990)
6. Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999)
7. Beautiful Girls (Ted Demme, 1996)
8. Trainspotting (Danny Boyle, 1996)
9. Toy Story (John Lasseter, 1995)
10. Fallen angels (Wong Kar-Wai, 1995)
Somos muchos los que, por edad, empezamos a ver y a disfrutar del cine en la década de los noventa y, por tanto, estamos bajo su influjo a la hora de entender el séptimo arte. Esto no lleva a que muchos nos sentimos huérfanos al no haber ocurrido una continuidad de aquello que algunos catalogaron (no sin cierto interés comercial) como «el cine independiente de los 90». Las grandes figuras de la época se han diluido, se han terminado por vender al sistema o directamente han desaparecido. Centrándonos en los autores europeos, observamos (en general) el declive de las viejas figuras ancladas en los nuevos cines con formas harto superadas sin sustitutos a la vista. Por otro lado, supone una década donde muchos aprendimos una palabra nueva y que, desde entonces, no dejamos de pronunciar con admiración y cariño: PIXAR. En definitiva, para un servidor, los noventa son la eclosión de aquello que venía cociéndose a fuego lento desde la década anterior sin hacer mucho ruido. Llegó para cambiar las historias, los (anti)héroes y las formas de Hollywood (desde dentro). Todo acabó en nada, en una etiqueta comercial conocida como indie para venderse mejor a un público que ha olvidado que alguna vez se sintió identificado con Clerks, la generación X o Nirvana. Como decía la canción, «hoy no queda casi nadie de los de antes. Y los que hay, han cambiado».
LOS NOVENTA SEGÚN NEATHARA:
1. Cadena Perpetua (Frank Darabont, 1994)
2. Pesadilla antes de Navidad (Henry Selick, 1993)
3. La princesa Mononoke (Hayao Miyazaki, 1997)
4. Doce Monos (Terry Gilliam, 1995)
5. El rey León (Minkoff & Allers, 1994)
6. Criaturas Celestiales (Peter Jackson, 1994)
7. La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993)
8. El sexto sentido (M. Night Shyamalan, 1999)
9. Funny Games (Michael Haneke, 1997)
10. Dioses y monstruos (Bill Condon, 1998)
Ace of Base, el grunge, el suicidio de River Phoenix, la nariz rota de Luis Enrique, los JASP… Tras los efervescentes (aunque cinematográficamente espantosos) años 80, llegaban los 90 como bocanada de aire fresco tras el horror vacui entre lentejuelas de la década pasada. La vieja hornada de cineastas se retiraba para dejar paso a una nueva plantilla que superarían la reválida del siglo XXI convertidos en los directores más punteros del momento. Shyamalan arrasa taquillas con El sexto sentido; Haneke horroriza a medio mundo con la revulsiva Funny Games; y nadie sospecha por entonces que los bisoños Peter Jackson y Bill Condon serán los directores de futuras sagas multimillonarias. Los años noventa siempre se recordarán como la época en que fue posible ver competir en los Oscars a tres pesos pesados como Cadena Perpetua, Pulp Fiction y Forrest Gump. El tiempo, que no entiende de premios, y el favor popular han logrado lo imposible: que Cadena Perpetua, obra de un debutante llamado Frank Darabont, se erija como la nº 1 del cine de todos los tiempos en la todopoderosa IMDB. Un clásico instantáneo que se revela hoy día como la que quizás es la película con más peso popular de la historia de la década.
LOS NOVENTA SEGÚN ANDRÉS ARANDA:
1. Bailando con Lobos (Kevin Costner, 1990)
2. JKF: Caso Abierto (Oliver Stone, 1991)
3. Seven (David Fincher, 1995)
4. Antes del Amanecer (Richard Linklater, 1995)
5. Uno de los Nuestros (Martin Scorsese, 1990)
6. Los Puentes de Madison (Clint Eastwood, 1995)
7. Cadena Perpetua (Frank Darabont, 1994)
8. Tesis (Alejandro Amenábar, 1996)
9. Salvar al Soldado Ryan (Steven Spielberg, 1998)
10. L.A. Confidential (Curtis Hanson, 1997)
Los noventa. Mucho tiempo hemos creído, o nos intentaron hacer creer, que los noventa fueron lo más; «¿Los ochenta? Aquello sí que fue una horterada», decían y siguen diciendo algunos que se dejan llevar por las pintas de Bowie, los vídeos rescatados de La Bola de Cristal o los pechos a modo machine-gun que lucía Madonna en sus conciertos. Hoy sabemos que estéticamente los noventa son más bonitos de ver, en efecto, pero me cuesta encontrar una década con mayor hundimiento artístico que ésta. El cine no fue menos. Los árboles, las grandes obras imperecederas de la época, no pueden esconder la falta de talento y de ideas con la que se llenaron las salas y que nos dejan un legado sin duda sonrojante comparado con tiempos más cercanos y, por supuesto, más lejanos. Para no olvidar: la consolidación de Eastwood como Dios de todo esto, la inspiración divina de Costner para bailar con los lobos, la convicción personal de que el cine de Allen durante este período cada vez me parece más bueno (Acordes y Desacuerdos, Melinda y Melinda, Balas sobre Broadway, Poderosa Afordita) y unos cuantos thrillers inolvidables que hicieron más llevadera la eclosión de fenómenos como Take That o las Spice Girls. En fin…¡que viva Naranjito!
LOS NOVENTA SEGÚN MNEMEA:
1. Eduardo Manostijeras (Tim Burton, 1990)
2. Trust (Hal Hartley, 1990)
3. La linterna roja (Zhang Yimou, 1991)
4. Reservoir Dogs (Quentin Tarantino, 1992)
5. Atrapado en el tiempo (Harold Ramis, 1993)
6. Criaturas Celestiales (Peter Jackson, 1994)
7. El día de la bestia (Álex de la Iglesia, 1995)
8. Underground (Emir Kusturica, 1995)
9. Tierra (Julio Medem, 1996)
10. El Gran Lebowski (Joel & Ethan Coen, 1998)
Los noventa, esa época tan fácilmente reivindicable. Mires donde mires es fácil encontrar una buena película aferrada a la alfombra dorada que venerar. Aquí llegan rapidito los directores con nombre propio, disfrutamos de las primeras pinceladas de un despeinado Tim Burton que fijaba arbustos con corazones de galleta cuando Peter Jackson jugaba con la realidad para convertirla en figuras de barro. Tarantino y sus señores de colores dispararon discursos con inteligencia. Los hermanos Coen se disfrazaron de nihilistas por una puñetera alfombra, mientras Hartley disfrutaba del auge del cine independiente que muchos directores experimentaron con mucha confianza. En Europa les dio por jugar con normas dogmáticas para eliminar los artificios. A otros, poco les importó y montaron fiestas como las de Kusturica. Nos fuimos muy lejos, hasta la China de los años 20, donde descubrimos las maravillas que hacen algunos directores de fotografía como los que siempre se juntaban con Yimou para apreciar los cercanos que tanto color le sacaron a la tierra y a las tetas tan arraigadas al cine español y tanto el Medem íntimo como el de la Iglesia gamberro nos devolvieron la ilusión. Es normal que nos quedemos atrapados en el tiempo una y otra y otra vez.
LOS NOVENTA SEGÚN FAVIO ROSSINI:
1. Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)
2. Toy Story (John Lasseter, 1995)
3. La princesa Mononoke (Hayao Miyazaki, 1997)
4. Sin Perdón (Clint Eastwood, 1992)
5. Terminator 2 (James Cameron, 1991)
6. Reservoir Dogs (Quentin Tarantino, 1992)
7. Rompiendo las olas (Lars Von Trier, 1996)
8. Tres colores: Rojo (Krzysztof Kieslowski, 1994)
9. Corazón Salvaje (David Lynch, 1990)
10. La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993)
Los noventa supusieron para el celuloide la llegada de la tecnología por ordenador, que hicieron avanzar de forma gigantesca géneros como la animación, agilizando los procesos de creación, en Oriente con los estudios Ghibli (La princesa Mononoke), en Occidente con la Disney dirigida por Katzenberg (Aladdin, El Rey León), que, más tarde, fundaría Dreamworks para llevar la animación por ordenador a otro nivel con Toy Story. O como el género de acción, con películas de presupuestos multimillonarios como Desafío Total o Terminator 2 que supusieron una auténtica revolución con sus efectos especiales. En Estados Unidos fue la década donde Eastwood nos demostró todo lo que había aprendido décadas anteriores sobre el arte de hacer cine (Sin Perdón, Los Puentes de Madison), Scorsese nos enseñó el lado más sucio de las mafias (Casino, Uno de los nuestros) y un loco de flequillo grisáceo que atendía al nombre de David Lynch nos deleitaba con Twin Peaks y su posterior paso al celuloide (Corazón Salvaje, Carretera Perdida). Sin olvidar a Tarantino y su Pulp Fiction. Mientras, a este lado del charco, el cine independiente europeo vivía una época de gran esplendor gracias a cineastas como Kieslowski y su trilogía de los colores, el cine social de Loach en el Reino Unido y, por supuesto, aquel Dogma 95 que nos hizo oír hablar por primera vez del loco de Lars. En definitiva, una década que puso los cimientos a lo que es el cine en la actualidad y que terminó del todo con el sistema de estudios, en declive durante las décadas anteriores.
LOS NOVENTA SEGÚN CRISTIAN PERELLÓ:
1. Underground (Emir Kusturica, 1995)
2. Uno de los nuestros (Martin Scorsese, 1990)
3. Tren de sombras (José Luis Guerín, 1997)
4. Carretera perdida (David Lynch, 1997)
5. El verano de Kikujiro (Takeshi Kitano, 1999)
6. La comedia de Dios (João César Monteiro, 1994)
7. Trainspotting (Danny Boyle, 1996)
8. La delgada línea roja (Terrence Malick, 1998)
9. World of glory (Roy Andersson, 1991)
10. Balas sobre Broadway (Woody Allen, 1994)
En la historia del cine ha habido tres puntos de inflexión principales, tres renovaciones principales en los modos de hacer cine: el paso del mudo al sonoro, la transición del clásico al moderno y la actualización de los noventa tras una etapa de relativa decadencia como supusieron los ochenta, sin desdeñar, desde luego, importantísimas aportaciones que dicha década ofreció. Los nuevos hallazgos tecnológicos se aliaron con los nuevos hallazgos estéticos a finales de los ochenta y principios de los noventa y dieron un importante impulso al séptimo arte (tanto en su sección mainstream como en sus secciones más alternativas) que supone la referencia preferida de los artistas que trabajan en estos inicios del siglo XXI. Las fronteras conceptuales y temporales son, por definición, borrosas, el cine está en constante transformación y, además, este tercer punto de inflexión es el menos marcado de los tres mencionados con mucha diferencia, pero una cosa está clara: cuanto más tiempo transcurre, más convencido está quien esto escribe de, no sólo la calidad, sino también la importancia de muchas obras que surgieron en la década de los noventa, como las diez a las que acompaña este texto y muchas otras de autores como Haneke, P.T. Anderson, Miyazaki, Tarantino, Ming-Liang, Kar-Wai, Eastwood, Bartas, Kaurismäki, los hermanos Coen, Von Trier, Hsiao-Hsien, Fincher, Kiarostami, etcétera, etcétera…
Malkav merece una muerte lenta y dolorosa por no añadir Terminator 2. ¿Pero tú no amabas esta peli, tío?
Lo mejor, Grandine añadiendo esta, y además, León. Grande.
Por cierto, no he visto aparecer Clerks ni una sola vez. Yo la pondría.
Coño, y me acabo de dar cuenta que Snuff ha puesto Jurassic Park. Enorme. Y Saras no. Otro qué tal.
Grandes pelis todas, aún así.
Pero muchacho, una cosa es que me guste mucho Terminator 2, y otra que me parezca una de las diez mejores películas de la década. Nada más lejos. Ya me ha dolido dejar atrás Happiness, Trainspotting, Hana-bi y otras tantas como para encima meter a Cameron XD (eso se lo dejo al tito Grandine que es el fanboy oficial…).
Joder Sito, tenía que poner 10, y ha sido un poco al azar, porque he hablado de otra cosa en el texto. Miento. Sí he mencionado una única peli. Clerks, que no se diga. Por cierto, enormes listas todas. menos la de Alfie (Aka Andrés), claro.
Destaca lo nostálgicos que se han puesto unos buenos cuantos en sus textos, jeje.
Y, pese a todo, apenas ha habido lugar para algunas de las películas noventeras más típicas de los nostálgicos: Trainspotting (que a medida que iba leyendo no me podía creer que nadie la mentara… hasta que llegué a la lista de Saras y luego a la de Estra) y El club de la lucha (que también ha sido citada solo en dos ocasiones).
Por otra parte, la ausencia de Léolo también me llama la atención, así como la de Happiness, Hana-bi y Jackie Brown. Una pena, porque son enormes todas ellas 🙁
Elegir 10 es casi imposible, a mi se me olvidaron un montón, como Eyes wide shut o Funny Games.
Leolo no está en ninguna lista… Y yo que no la metí dando por seguro que otros sí lo harían xD
Se quedó cerca, entre las veinte primeras, pero está perdiendo algo de fuelle en mi memoria.
Solo por "Cold cold ground" esta película solo puede llevar un camino en la memoria: crecer.
A mí me gustan mucho las listas de los de siempre: Bejarano, Perelló y Cuesta. ¿Os puedo besar ya o debo esperar a ver más listazas vuestras?
Sí, no sé, espérate mejor, ¿no?
Yo quiero mi beso ya! Canjeable por ciber-sexo.
Happiness, El dulce porvenir, Funny Games, Toy Story, Fight Club, Atrapado en el tiempo, El odio, Pulp Fiction, La cena de los idiotas, Solo contra todos. Sin mirar y como ejemplo, seguro que me olvido alguna y me queda muchísimo por ver.
Me gusta la práctica unanimidad que mostráis alabando esta gran década y los cambios que supuso, ya que mea a los '80 y a los '00. Todos, menos el puto Alfie, claro, que el tío es aún más clasicorro que yo, y ni mete Sin Perdón en el Top 10.
Curiosamente, la mejor frase de todo el artículo no es suya teniendo los gustos que tiene, es de Sergio Andrés, al que no ubico, que dice así: "Junto al western, el cine negro es otro de los géneros que más obras maestras ha aportado en la historia del séptimo arte y que, casual y desgraciadamente, ha aportado muy poco en las dos últimas décadas."
Sergio Andrés es Golfix.
Me imaginaba que era él por aquello de que escribió sobre la Seminci, menos mal que yo no fui, jaja!
Algún día coincidiremos por ahí de fiesta…
Bueno, que no falte: enhorabuena a Cristian por el magnífico trabajo que ha hecho, de nuevo, con la entrada de esta sección. No lo digo por decir, es que, sinceramente, las listas por décadas son ahora mismo los artículos que más me están gustando de toda la web y los que espero con más ansia a medida que se acerca cada nuevo mes. El resultado siempre es interesantísimo. Congrats!!
Pd. Listas cojonudas casi todas. Pero qué grandes fueron los 90…
¡Pues ve preparando tu texto y tu lista de los ochenta!
Los noventa son y serán, cada vez más con el paso del tiempo, una década bastante sospechosa. La miráis con ojos melancólicos -"abrimos los ojos", "crecimos", "tomamos conciencia del cine"-, normal por otra parte, pero la realidad es la realidad. Década tiesa, tiesa. Mucha paja para encontrar poca cosa.
Y sí, Sin Perdón quizás debería estar ahí.
Mucho Hal Hartley.
Vale, que está muy bien, y además es muy significativo de un tipo de hacer cine muy noventero. Vamos, que ves una peli suya y dices: indie de los 90 a los 3 segundos.
Pero que Jim Jarmusch, que es mucho mejor cineasta y ha hecho dos torres gemelas del cine de la década (como Dead Man y Ghost Dog), solo aparezca en una MENCIÓN de Grandine, es para dejar de leeros a todos. En comparación con Hartley, las transiciones de Jarmusch, el uso de los silencios, las conversaciones secas y un humor mucho más certero y abundante (no me quiero meter en composición de planos, montaje, profundidad…) es que lo barre.
Porque hoy en día, y dentro de 50 años verás una peli de Hartley y dirás "Años 90". Lo mismo, con una del hombre del canoso tupé, y dices "esto… esto es atemporal."
De Kaurismaki, otras dos menciones, ni me parece tan mal. Es un enorme director, pero reconozco que no tiene pelis tan redondas para este tipo de listas. Pero es que Jarmusch sí las tiene, demonios.
Y mañana, Celta-Sabadell, eso sí que me enfadará, y no esto.
Joder, como quien se da un garbeo apuntas ideas que yo sólo rozaba.
Y bueno, si te enfada el Celta-Sabadell, por lo menos uno de los dos estará contento, míralo por el lado bueno. Aun así, mi predicción es de un 2-2 o algo así.
Jarmusch es un pelmazo. Ya me dirás que peli tiene que haya trascendido de la década para llegar a una lista de las mejores.
Apenas doy crédito a que Tarko haya puesto una peli húngara sobre unas vacas de 8 horas que no ha visto ni el tato.
Pero si tú sí la has visto y te gustó, tramposa 😀
Las que dije, Neath. Dead Man y Ghost Dog. La última no es precisamente pelma, cuando uno de los mafiosos se pone a emular a Flavor Flav, y el prota es colombófilo. Me vas a decir ahora que criar canarios es más divertido.
Canarios y diamantes bichenov. Por lo menos pían.
Yo también te quiero Nea 😉
El amigo Jim bien podría haber entrado en mi lista con las historias de los taxis. pero joder, hacer una lista de estas características significa ante todo descartar. Quitando mis dos primeras opciones, inamovibles, el resto podría haber cambiado mucho. Clerks, sin ir más lejos, o Porco Rosso. Pero lo dicho, han quedado listas muy decentes. Y mola ver que Hal Hartley ha conseguido un hueco en los foreros, cuando fueron Pas y Grandine quienes me lo descubrieron a un servidor. 🙂
Fallo imperdonable, es cierto, Pas. Joder, Jarmusch sí que se me pasó total… En la de los 80 pongo "Down By Law" la primera para sentirme mejor.
Ah, y por cierto Pas, ya que mencionas a Jarmusch… tampoco hay que olvidar al brillante Ferrara, con el que últimamente he estado bastante en contacto y.. puf, lo suyo es de órdago. Me he contenido y no he puesto Teniente corrupto. Creo que con eso queda todo dicho.
Añado mi lista dentro de otra lista (una peli por año):
Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999)
El show de Truman (Peter Weir, 1998)
Funny Games (Michael Haneke, 1997)
Trainspotting (Danny Boyle, 1996)
Seven (David Fincher, 1995)
Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)
Un mundo perfecto (Clint Eastwood, 1993)
Reservoir Dogs (Quentin Tarantino, 1992)
El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991)
Eduardo Manostijeras (Eduardo Manostijeras, 1990)