Aprovechando que hemos podido tener acceso a este curioso cortometraje, os dejamos hoy una reseña sobre Återfödelsen, el debut de Hugo Lilja en la dirección.
Cuando llevamos décadas y décadas del nacimiento de aquellos zombies caníbales que Romero engendró en su La noche de los muertos vivientes, film de cierto barniz social (como prácticamente toda la obra del director neoyorquino), es sorprendente presenciar planteamientos como los de la ópera prima de este director sueco, que con unos pocos detalles nos muestra un futuro donde los muertos vivientes son capturados para experimentar con ellos y, de ese modo, pasar a formar parte de una sociedad donde incluso tienen repercusión en la economía. Esa idea, que ya expuso en tono de comedia Andrew Currie en su Fido, donde los zombies eran presentados como mayordomos, basureros y otros trabajos sociales, toma aquí un cáriz mucho más serio y nos cuenta, por encima, como sería un mundo en el que estos seres tuviesen repercusión inmediata en nuestros recursos.
La pega es que más alla de ese «por encima», Lilja decide desviar los tiros y hacer girar el cauce entorno a una historia bien distinta, la de un guardia de seguridad y su novia que trabajan en distintos departamentos dentro de esa experimentación con muertos vivientes: mientras ella forma parte del cuerpo encargado de salir a capturar más zombies para sus propósitos, él se encarga de investigar métodos de control y de poner de nuevo en funcionamiento todos aquellos individuos que han dejado de prestar el servicio que deberían.
Todo transcurre con normalidad para ambos, hasta que un día él encuentra entre uno de los zombies con los que trabajaba un rostro más que conocido: el de su madre, que a la edad de 29 años fue infectada y todavía vagaba por las calles de ese mundo desolado. A partir de ahí, se desarrollará una historia que a servidor le transmite más la impresión de ser un episodio piloto de una serie por la conclusión abierta (en cierto modo) que deja, que un cortometraje finiquitado como Dios manda. Y es bastante curioso puesto que el cineasta sueco cuenta con un diseño de producción y una fotografía que para ser de un primer trabajo resultan más que envidiables.
Desgraciadamente, y aunque podría haber explorado temáticas en ese Mondo zombie todavía no exploradas y dado un golpe sobre la mesa dentro de un género que cada vez se está tornando más conformista y previsible, Hugo Lilja actúa como todos esos cineastas que lo están convirtiendo en lo que es, y no decide arriesgar lo más mínimo, convirtiendo el desarrollo de su obra en algo tan digerible como grato (algo que nunca debería ser un film que se encuentra en el marco que lo hace este), y no revolviendo ni uno de los tópicos que, vista su idea, el guión le prestaba a remover como es debido.
A un lado quedan unas interpretaciones bastante adecuadas al cometido del corto, y un par de premios (en Sitges y Chicago) que más bien parecen otorgados por la escasez de material que estamos padeciendo en los últimos años, que por la calidad intrínseca de la propuesta en sí. De todos modos, habrá que seguirle la pista a este joven cineasta que ha demostrado tener ideas, pulso y sello visual más o menos propio, y al que sólo le faltó rematar la faena en esta ocasión.
Por último, os dejamos el trailer, que es de lo único que disponemos ahora mismo, además de sus imágenes y la ficha de los European Film Awards:
Tremenda Fido, me encantó. A ver cuando la reviso. Aunque a este tío hay que seguirlo, la premisa de The Unliving me parece realmente buena.