26 de abril de 2024

Entrevistas: Stockholm

Stockholm entrevista 1

Hablamos con el equipo de una de las mejores películas españolas del año.

Stockholm es la nueva propuesta del cine independiente español que llega esta semana a las pantallas grandes. Con tan sólo 60.000 euros de presupuesto y 12 días de rodaje, el director Rodrigo Sorogoyen construye una película minimalista en la que, como un espejo, se cuenta la historia de dos personas que se conocen una noche teniendo cada uno de ellos un rol determinado, y a la mañana siguiente esos roles cambian por completo. Aunque nos hemos quedado con las ganas de hacerlo con Aura Garrido, con el director y con uno de sus protagonistas, Javier Pereira, hemos tenido la ocasión de charlar junto a otros compañeros de distintos medios, y aquí os dejamos lo que nos ha contado cada uno de ellos.

Javier Pereira

¿Cómo ha sido la preparación con Aura Garrido?

J. P.: Aura y yo casi no nos conocíamos, nos habían presentado dos o tres veces antes pero nos conocimos de verdad cuando empezamos los ensayos de la película. Esta película teníamos que ensayarla mucho porque era una película sólo con dos actores en 90 minutos, y había que llevarla muy bien ensayada porque sólo en 12 días de rodaje, donde cada día nos jugábamos 8 ó 9 minutos de película y además con escenas casi teatrales, con lo cual teníamos que estar los dos muy concentrados como si fuera un partido de tenis. Yo viendo la película siento que somos dos actores que trabajamos de la misma manera y estamos en la misma sintonía, y eso ayuda mucho. Los dos parecemos uno y eso es bonito sobre todo en una película en la que hay dos personajes principales, porque si no hay una conexión el espectador empezaría a pensar en sus cosas rápidamente.

Stockholm ha estado autofinanciada y nadie del equipo ha cobrado por ella, ¿Cómo te metes en un proyecto de estas características?

J. P.: Principalmente por el guión y por el personaje. El guión cuando lo leí me gustó muchísimo, creo que es una peli muy generacional, muy real, y que me apetecía mucho participar. También es un tipo de personaje que no me ofrecen mucho, me suelen llegar papeles amables, simpáticos, entrañables, y aquí me ofrecían un tío un poco más cabrón, más mayor…otro registro que yo no había hecho y me metí de cabeza independientemente de si al final de mes iba a cobrar o no. Los productores son amigos, son una cooperativa y nos hemos arriesgado a ver cómo nos sale y, más allá de cómo acabe la cosa en cuestiones materiales, esto nos ha traído cosas muy buenas, hemos aprendido mucho del proceso de hacer una película y estamos muy contentos. Estoy totalmente satisfecho, yo creo que la película te puede gustar o no, se puede hacer mejor o no, pero para hacerla en 12 días con el dinero que la hemos hecho y con las cosas con las que hemos contado, estamos muy satisfechos. Nos podía haber salido mucho peor y no estar hoy en cines estrenando una peli tan pequeña.

¿En qué medida tu personaje es representativo de la juventud o de los hombres de tu edad?

J. P.: Yo creo que es difícil generalizar sobre cuántos hombres pueden ser así o no, simplemente representa a un momento, a una generación, a un consumismo, a un “quiero todo ya”, y si puede ser hoy mejor que mañana. Al final son dos personajes que juegan a ganar, “yo quiero esto y al día siguiente quiero otra cosa”, y entonces cada uno lucha por ello. Creo que más que reflejar a los tíos o a las tías refleja el momento y la rapidez con la que lo queremos todo y cómo nos relacionamos últimamente.

¿Cuál fue tu primera reacción cuando la viste por primera vez?

J. P.: Cuando veo una película en la que he participado por primera vez sólo me la dedico a mí, con lo cual primero fui a verme yo y la segunda vez la pude disfrutar más como película. Cada vez que la veo la disfruto más desde fuera, pero la primera vez uno se mira para ver si está satisfecho con su trabajo. Yo me quedé contento, soy muy exigente a la hora de hacerlo pero una vez hecho ya no intento machacarme mucho, me puedo fijar donde podría haber hecho tal cosa pero no me autodestruyo.

Stockholm entrevista 2

¿Cómo trabajaste un personaje con dos caras tan diferentes?

J. P.: Sabía que iba a caer mal pero también quería empatizar con el público porque tenía ese miedo de esa delgada línea que separaba el ser tan cabrón o el empatizar. Otra cosa que me pareció muy interesante de este personaje es cómo es él cuando está con gente y cómo es él cuando está solo. Solo en su casa es un tío muy maniático y cuando está con gente es el tío más encantador del mundo, así que tenía esas dos vertientes y decidía en qué escena y en qué momento sacar cada cara.

¿En qué medida crees que la implicación de ciertos actores que tenéis ya una fama ayuda a la producción de cierto cine independiente en España?

J. P.: Difícil pregunta. No sé cuánta responsabilidad tenemos, al fin y al cabo cada uno lo hace porque le apetece o porque cree en la historia. Hoy cerrar los ojos ante esos proyectos sería una locura porque no son uno ni dos, son muchísimos y es un problema global del país y de nuestra profesión, los hábitos están cambiando en la manera de ver el cine y para que sea rentable hay que encontrar nuevas vías de hacerlo, con lo cual hay muchos más proyectos de este tipo. Yo no intento ver si es grande o pequeño, intento ver si la historia o el personaje me gusta independientemente de si me lo ofrece Telecinco o de si es alguien desconocido para un cortometraje, me da igual si tienen cinco millones para hacerlo o nada. Al final esto es una profesión creativa y te tienes que guiar por las cosas creativas del proyecto.

¿Cómo es Rodrigo Sorogoyen como director?

J. P.: Un gilipollas (risas). Es muy exigente, muy meticuloso. Nos suelen decir que la película parece improvisada porque tiene una cotidianeidad y una normalidad muy sobresaliente pero es porque él lo tiene claro todo. Está muy pendiente y sabe tratar a los actores, que eso es muy importante, es muy buen director de actores, sabe por donde llevarles, qué pedirles en cada momento, se adapta a cada actor. Es importante el tener buena mano y buena comunicación con tu actor es básico para que ese actor pueda darte lo mejor para tu película.

¿Qué proyectos tienes después de Stockholm?

J. P.: De momento tengo pendiente de estrenar otras dos películas además de ésta que son Anochece en La India con Juan Diego y luego otra de terror en la que soy el protagonista que se llama Serie Z. Estoy también haciendo teatro por toda España con una obra de David Mamet.

Hablando de Serie Z, ¿Piensas que el terror es una de las salidas comerciales del cine español?

J. P.: No me gustaría elegir un género para definirlo como el comercial o el que se debería hacer, yo creo que habría que encontrar películas que al público le apetezca ver. Yo tampoco soy muy fan de las películas de terror con lo cual no las puedo defender a muerte, es otro tipo de cine el que me gusta más, pero creo que es malo individualizar, tiene que haber buenas comedias, buenas comedias románticas, buenos dramas, buenas películas de terror y lo importante es la calidad no el género.

Rodrigo Sorogoyen

Habéis comentado Isabel Peña, la co-guionista y tu que lo teníais muy bien pensado y el guión tiene mucha credibilidad, ¿tardasteis mucho en hacerlo?

R. S.: Yo lo tenía muy bien pensado. Hubo dos partes, una que no nos costó demasiado y otra que sí. Una primera versión de la película no nos costó mucho porque yo lo tenía muy claro, yo sabía cómo tenía que acabar y lo que tenía que pasar. No hay grandes giros de guión en la peli, todo se basa en dos giros y había que conseguir no aburrir al espectador hasta llegar a esos giros, y mientras ir dando pistas y crear situaciones que al espectador por un lado le atrajesen y por otro lado le incomodaran. Pero sí que es cierto que como todo está basado en el diálogo, la parte que sí nos costó fue la de cómo hacer esos diálogos creíbles, porque creo que los guionistas pecamos mucho de ser muy cinematográficos. De repente los personajes eran muy ingeniosos, tienen que serlo porque si no lo son aburres, pero no podían pasarse porque la película se basa en una credibilidad y en un realismo que si no se apostara por ello la película no funcionaría.

Stockholm entrevista 3

La película nos ha parecido muy teatral, ¿os habéis planteado adaptarla como obra para teatro?

R. S.: No, me lo ha dicho tanta gente que me lo estoy empezando a pensar (risas), pero no nos lo hemos planteado. Llevamos muchos años con esta película y quiero acabar ya con esto, que estoy con otras historias ya. Que sea teatral no estaba buscado, es algo que ha salido y yo creo que la realización ha ayudado un poco a esa percepción, sobre todo en la segunda parte en la que hay planos de ellos dos en el piso en los que parece que están sobre un escenario. Podría adaptarse, pero no me apetece (risas).

En la película hay secretos que se desvelan pero otros importantes que no, ¿por qué se mantienen esos lados oscuros de los personajes?

R. S.: Eso sí que nació en el guión porque lo interesante era que el espectador sólo supiese de los personajes lo que el otro personaje conoce de él. Con esto te identificas mucho más y mantienes el interés, es mucho mejor sugerir que mostrar. Me encanta que la gente piense sobre la película y a esta historia lo que le va es el no saber esas cosas. Acabar la película como acaba y que él no sepa el nombre de ella me parece brutal.

¿La consideras una historia de amor?

R. S.: Si, para nosotros es una historia de amor que luego habla de muchas cosas, de encuentros y desencuentros. Creo que tiene dos visiones, es una película muy generacional porque está hablando de cómo nos relacionamos ahora y está enmarcada en algo que hace esta generación que es salir e intentar encontrar el amor de su vida, pero luego habla de cosas muy universales. Si no tuviese ese equilibro no creo que la peli fuera tan interesante.

El largo paseo por Madrid recuerda en algún aspecto a Los Ilusos, aparte del hecho de que también actúe Aura Garrido y que dé otro paseo por Madrid, evidentemente no ha sido un referente por la proximidad de los estrenos pero, ¿te lo ha inspirado alguna otra película?

R. S.: No lo había pensado pero es cierto, tiene similitudes con Los Ilusos pero no lo utilizamos como referente porque de hecho cuando la terminé ni la había visto. Richard Linklater y Antes del amanecer era el referente, no es que sean una Biblia esas películas, a mí me encantan, pero nos gustaba mucho ese engaño de “esto parece Antes del amanecer y a la mitad cambia”, si lo hubiéramos hecho todo así, es una película que ya está hecha pero si tuvimos esos referentes. Luego visualmente, After de Alberto Rodríguez, que para mí es el mejor director español del momento, y en cuanto a colores y el tratamiento de luz la tuvimos bastante en cuenta. El amor ya no es lo que era y hay gente que lo está retratando estupendamente como también en Buscando un beso a medianoche, que es una película que me gusta bastante, y supongo que sin querer contamos eso mismo porque opinamos lo mismo.

¿Veías la hora de que se estrenara en salas?

R. S.: No me lo planteaba, tenía fe y yo sabía que algo iba a salir. Pensé que esta película tenía que interesar a mucha gente, confiaba en la película.

Stockholm entrevista 4

En 8 citas tuviste un reparto más coral y en Stockholm prácticamente sólo hay dos personajes, ¿cómo te has sentido más cómodo con respecto a la dirección de actores?

R. S.: Prefiero esta experiencia porque trabajas más y aprendes más. Con 8 citas me quedé contento con la película en general pero no con el trabajo actoral porque hubiese pedido más pero no podíamos. Eran tantos actores, había que ensayar con todos, eran todos muy famosos y no tenían tiempo y la verdad es que tampoco hacía falta tanto ensayo porque los actores en esa película están bastante bien, pero sí me quedé con ganas de un poco más. Lo de Stockholm yo no lo llamaría cómodo pero sí intenso y lo prefiero mil veces, en esa intensidad te mueves bien, te gusta y te atrae porque si no no te dedicarías a esto, pero no es cómodo.

¿Qué crees que aporta el cine independiente o low cost al cine español?

R. S.: La industria está en un punto en el que no se sabe a donde va, ante ese desconcierto la gente quiere seguir haciendo películas y las vamos haciendo como podemos. Esto hace que surjan cosas brillantes, cosas regulares y cosas no perfectas pero interesantes. Creo que va a cambiar, que no puede y no debe mantenerse así, que la gente que ha hecho estas películas nos merecemos un sueldo y pertenecer a la industria por tanto. Hay gente que critica esta postura pero yo entre quedarme en mi casa parado y hacer una película sin cobrar, prefiero esta última opción. Se enriquece mucho el cine español con esto pero no se va a mantener. Creo que el futuro próximo es tan triste como el que estamos viviendo, con cuatro personas que hacen películas grandes buenas, malas o regulares, pero los de siempre y que sostienen la industria, y mucha gente que hará cine pequeñito. Entre todos estamos buscando un camino que llegará porque esto no se va a poder mantener así.

¿Te ves en los Goya?

R. S.: No voy a decir que sí, me encantaría obviamente y sería un premio brutal. Me refiero a la nominación porque está claro que Fernando Franco se va a llevar el Goya al mejor director novel, pero no lo veo porque los académicos van a votar en general a las películas de las que más han oído hablar y no creo que Stockholm sea de las que más taquilla hagan. Si de repente va muy bien pues la gente tendrá curiosidad y la verá. Ojala Aura estuviese nominada.

¿Habéis creado la productora Caballo Films con la intención también de lanzar a nuevos directores o de momento sólo para vuestros proyectos?

R. S.: Por ahora nosotros. Ojala pudiésemos crecer tanto para producir otras películas, esta nos ha costado Dios y ayuda entonces queremos contar nuestras historias a priori porque sólo podemos sacar eso. No somos productores, somos creativos convertidos en productores por necesidad. Lo que queremos es hacer otra película que yo tengo ya pensada y les tengo que convencer a ellos. Tengo varios proyectos y uno de ellos creo que si puede encajar bastante.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *