Termina la Muestra SyFy de este año con un regusto agridulce. Dulce por haber podido un año más estar presentes y compartirlo con muchos de los compañeros de otros medios (aunque no todos los que hubiéramos deseado que estuvieran allí), dulce porque este año la meteorología nos ha dado una tregua y ha hecho que las interminables colas para entrar las hayamos aguantado bajo un tiempo pre-primaveral y dulce por haber podido descubrir dos joyas como Snowpiercer y Coherence que junto a Maniac y We are what we are han sido lo poco bueno que nos hemos llevado a nivel cinematográfico. Y es que la parte agria de la 11ª edición de la Muestra de Cine Fantástico de Madrid ha sido la sensación de que este año el nivel de diversión y de calidad en el conjunto general de las películas proyectadas no ha estado a la altura de otros años en los que no se oían tantos improperios contra lo que se proyectaba. Sólo esas cuatro películas de las 13 que se exhibían, sin contar la sesión infantil con el clásico de Disney La bella y la bestia y las dos de Phenomena Experience, permanecerán en la memoria de quienes hemos asistido a todas las sesiones de la Muestra, lo cual es bastante desolador.
La jornada de clausura ha convocado para comenzar a los fans más acérrimos de la serie Doctor Who con la emisión en pantalla grande del capítulo The day of the Doctor conmemorando el 50 aniversario de la serie, para seguidamente dar paso a la colaboración un año más de los organizadores de Phenomena Experience. En esta ocasión las dos películas elegidas para los nostálgicos de la ciencia ficción ochentera, que ha sido objeto de varios homenajes en alguna de las películas que ya hemos comentado en nuestras crónicas, han sido La Mosca y Depredador.
El remake de la película del mismo nombre que en 1958 dirigiera Kurt Neumann, supuso la segunda incursión en el cine norteamericano de David Cronenberg y el impulso que lanzó las carreras de Jeff Goldblum y Geena Davis que ya habían coincidido anteriormente en Transylvania 6-5000. La Mosca es la historia de un científico que en un intento de teletransportarse a sí mismo en una máquina de su invención, ignora que junto a él realiza el viaje una inofensiva mosca con la que mimetiza su código genético provocando que su cuerpo se deforme hasta convertirse en un monstruo. A pesar de tener casi 40 años, la película no ha perdido un ápice de la frescura y de la técnica en cuanto a efectos especiales que en su momento sorprendieron al público y fueron merecedores de varios premios. Lo que hace además que La Mosca sea una película que a día de hoy se vea de la misma manera que entonces, es que su estructura narrativa bebe directamente del cine clásico de terror en el que por encima de la monstruosidad de la premisa, prevalece una historia de amor basada precisamente en el imperecedero argumento de La bella y la bestia.
Quien sí parece que ha aguantado mal el paso de los años es el extraterrestre mata-soldados de Depredador. La película de John McTiernan acusa una degradación en cuanto a lo anticuados que parecen los efectos especiales que en su momento fueron merecedores de una nominación a los premios Oscar, pero que hoy en día resultan un tanto desfasados y muy poco sorprendentes. La historia del alienígena que se vuelve invisible para cazar uno a uno a un grupo de mercenarios de misión de rescate en la selva centro americana, tampoco tiene ya mayor interés más que el nostálgico de quienes recuerdan con cariño las macarradas de Schwarzenegger y sus muchachos “sin tiempo para sangrar”. Se esperaba más humor en esta segunda película de la sesión doble de Phenomena, tal como vivimos el año pasado con Desafío Total, para poder hacer del último día de la Muestra una merecida fiesta dentro del cine.
Humor es lo que ha pretendido aportar el estreno simultaneo en la Muestra SyFy y en las plataformas de pago de Yomvi y Canal Plus de la nueva película del director Norberto Ramos del Val, Faraday. Y sí, nos hemos reído y mucho con la visión que sobre las redes sociales hace el director cántabro, pero más allá de la parodia sobre los tuiteros y las relaciones que se crean a través de dichas redes, Faraday es un producto que deja bastante que desear como comedia y que incluso a llegado a irritar a más de un bloguero asistente a la Muestra al presentarles(nos) como una panda de frikis sin oficio ni beneficio que es precisamente contra lo que tanto se intenta combatir. Igual que ayer decíamos que la falta de medios en películas como Almost Human no implica que su premisa y su intencionalidad no sean interesantes, Faraday hace del low cost su bandera pero no para reivindicar un cine de calidad a bajo coste como diferenciación del que se hace bajo el amparo de las grandes productoras, sino haciendo de la “reunión de amigos” la excusa para perpetrar un guión que por mucho humor referencial que tenga no logra llegar a crear ninguna complicidad con el espectador. Una lástima que esta historia de fantasmas que escuchan a Platón y a OBK no haya tenido la suficiente fuerza cómica que se esperaba de ella. Lo bueno, que ya lleva incluido el paint de fábrica que tanto nos gusta en Cinema Ad Hoc.
La clausura de este año ha corrido a cuenta de la nueva versión de La bella y la bestia dirigida por Christophe Gans y protagonizada por Léa Seydoux y Vincent Cassel de la que ya os hablamos hace unos días aquí. Pero antes de ella hemos tenido ocasión de ver el último corto de la Muestra dirigido por Diego Latorre. Blink, un corto a la altura de Rigor Mortis, la película de Hong Kong de la que os hablábamos ayer, comparte con ésta una potentísima envoltura visual en la que se limita a enlazar imágenes oníricas y surrealistas con las que intenta mostrar los efectos de las drogas en el personaje que interpreta Eduardo Casanova. Quizá la estructura de Blink, más cerca de la experimentación del video arte que de una historia más convencional dentro del género fantástico, haya provocado que poca gente en la sala donde se proyectaba no se haya sumado a las carcajadas no pretendidas frente a lo que se estaba viendo.
Pues hasta aquí la edición de este año de la Muestra SyFy de Cine Fantástico de Madrid. Nos quedamos con las buenas sensaciones de las ya mencionadas Snowpiercer y Coherence y con la esperanza de que la próxima edición nos traiga más películas como estas para poder seguir disfrutando de ella.