10 de octubre de 2024

Entrevistas: Jorge Denti

Jorge Denti

Charlamos con el director de La huella del doctor Ernesto Guevara

Tras la huella de un hombre detrás de un personaje ha pasado varios años investigando el director Jorge Denti, dando como fruto el documental que ahora llega a los cines de nuestro país sobre la figura desconocida de Ernesto Guevara antes de convertirse en “el Che”. Apasionado por lo que representó Guevara tanto antes como después de su implicación en la Revolución Cubana, Jorge Denti ha pasado por España para presentar el documental y de paso charlar unos minutos con nosotros sobre su cine, amén de leernos casi en exclusiva un discurso que le acompaña y que cree que nunca va a tener oportunidad de leer en público.

– Usted ha realizado documentales de varios poetas muy reconocidos en América latina como Eliseo Diego o Juan Gelman, y ahora narra la historia de Ernesto Guevara de una manera también muy poética, ¿en qué medida su cine está influenciado por la literatura y la poesía?

Jorge Denti: A mí me interesa la poesía desde chico, pero por ejemplo fui amigo de Eliseo Diego, un gran poeta cristiano cubano, de su esposa y de sus tres hijos. Ahora ya sólo de la hija que le queda porque sus otros hijos Lichi y Rapi, que fue un extraordinario cineasta y diseñador, ya murieron. También con Mario Benedetti, que fue otro querido amigo mío y que me ayudó mucho de joven, hice mi primera película País verde y herido. Igual con Gelman y con otros. Me gusta mucho la poesía, ahora que estoy en Madrid quiero acercarme a la Residencia de Estudiantes de donde salieron grandes poetas y escritores.

– ¿Por qué después de los poetas decide documentar la vida de Ernesto Guevara antes de ser “el Che”?

D.: Bueno, este hombre se formó de chico en su casa con sus padres, porque su condición de asmático no le permitía ir a la escuela. Los primeros años se le educó de manera muy libre y aprendió a leer con literatura y poesía en lugar de con cuentos. Te voy a leer una parte de un discurso mío que escribí y que no voy a pronunciar nunca, y que tiene que ver con esto: entre muchos republicanos exiliados a través de la Guerra Civil recién llegados, que se la pasaban hablando de política, vivió Ernesto Guevara. La biblioteca familiar lo brindó de un contexto del mundo de la imaginación y la poesía, y así los viajes y aventuras emanados de la mente de Julio Verne anidaron en el niño y despertaron sus fantasías y sus anhelos.

La huella del doctor Ernesto Guevara
La huella del doctor Ernesto Guevara

– Utiliza para La huella del doctor Ernesto Guevara los mismos diarios que utilizó Walter Salles para documentar la película Diarios de motocicleta, ¿cree que su documental viene a complementar la película de Salles de alguna manera?

D.: No. Son dos cosas diferentes. Yo antes de hacer este documental intenté escribir una película de ficción sobre este tema, por lo que conozco bien el proyecto y lo meritorio de esa película. También conozco un documental que hizo el italiano Gianni Minà sobre esta película. Creo que son cosas bastante diferentes porque en la película de Salles el protagonista es Granado, Ernesto es secundario. Tocar la figura de Ernesto, sobre todo si piensas que Ernesto es “el Che”, es muy difícil para un director y yo creo que no tuvo el atrevimiento de hacerlo más libre. En la película siempre Ernesto estaba muy medido, y Ernesto no era medido en la vida era igual de atrevido que Granado y en la película éste se lo come. Ni siquiera cuenta alguna historia de amor de Ernesto, y tuvo en el camino muchas historias de amor, algunas contables y otras no contables (risas). Creo que es un problema de dirección, pero no quiero profundizar mucho en eso. Yo hice esta película porque el padre de Ernesto me dijo que a él le parecía que había que hacer una película que a Ernesto le gustaría ver, una película sobre él con sus amigos y con sus compañeros. Yo quería hacer una película de ficción antes de que la hiciera Salles, me gasté mucho dinero y al final no la hice porque era muy complicado hacerla como yo quería. Era muy costosa de hacer y no tenía los recursos suficientes, aunque las televisiones de España e Inglaterra me apoyaron con aquello del quinto centenario pero era tan cara que no pude. El diseño de producción que yo quería para ella la encarecía muchísimo, quería hacer una película lineal desde que salían de Argentina hasta que llegaban a México mezclando los dos viajes en tiempo moderno. Pensaba, y sigo pensando, que las vicisitudes que vivió Ernesto en esos viajes siguen afectando al continente. Aunque se hayan paliado algo en los últimos años, ha habido transformaciones en alguno de los países por los que pasó. E incluso por los que no pasó como en Brasil, donde Lula hizo un extraordinario trabajo con los marginados y permitió que los niños tuviesen una educación obligatoria. Eso es importante porque sin educación y sin cultura, no hay ninguna posibilidad de revolución.

– ¿Quería entonces con su película, además de contar esos años de la vida de Ernesto Guevara, reflejar una realidad de los países de América latina que todavía hoy sigue vigente?

D.: Sí, pero más que nada La huella del doctor Ernesto Guevara es una película sobre Ernesto Guevara. Es decir, termina justo en la frontera donde empieza “el Che”. Justo cuando se va el Granma a la expedición del Movimiento 26 de julio que es donde comienza el mito de “el Che”, aunque ya le llamaban así los cubanos en Guatemala. Para mí ahí termina el doctor Guevara y se transforma en un hombre público, un hombre político que tiene otras connotaciones pero lo que no se conoce de forma tan amplia es quién fue el doctor Guevara. La película de Salles arrima a esa figura pero la mía se hace a través de los testimonios de gente que le conoció en vida y que incluso algunos ya no están, la mayoría de ellos ya han desaparecido. Casi tuve la visión de hacerlo en el último momento de alguno de ellos como Granado, que quiso estar y me ayudó y me animó a empujarme a hacer esta película y a contar sus viajes con Ernesto.

La huella del doctor Ernesto Guevara
La huella del doctor Ernesto Guevara

– Sin embargo, en los créditos finales incluye imágenes de ese “Che” ya en Sierra Maestra junto a los Castro.

D.: Sí, son imágenes de lo que fue después, del hombre en el que se convirtió después, pero la película realmente termina ahí. La gesta de la Revolución Cubana es otra película ya.

– Que es una película que no se plantea hacer…

D.: No, no es la película que yo querría hacer.

– Quería que me hablara de todo el archivo que ha utilizado para el documental. En un momento del mismo se habla de documentos sobre Ernesto Guevara que se encontraron en las dependencias policiales de Guatemala, y también incluye grabaciones de Raúl Castro de aquella época hablando sobre él.

D.: Son cosas que me facilitó el Instituto de Cine de México de una película que hizo Santiago Álvarez. Había entre esas cosas esa declaración de Raúl que me pareció muy significativa e incluso algunas manifestaciones en la Cuba de Batista. Otras cosas me las dio el Centro de Estudios Che Guevara que lo gestionan sus hijos y su viuda Aleida March, y lo demás la familia de Guevara de Buenos Aires. Hubo archivos que fueron apareciendo en México, como la foto del cartel de la película que me parece extraordinaria. Me ayudó mucho a recopilar información su hermano Martín Guevara, y a vincularme con todas las personas que habían participado en la vida de Ernesto en aquellos años.

– También quería preguntarle por la animación que utiliza a la hora de dramatizar la escritura de las cartas que Ernesto Guevara le mandaba a su madre y a su tía.

D.: Yo no quería hacer una cosa perfecta, quería jugar sobre lo imperfecto y por eso las animaciones y las ilustraciones son muy naif. Las hizo una hija mía que se dedica a eso y siempre discutía sobre la imperfección. Me gustan porque es parte de la estética que yo quería darle a la película. Es una producción muy larga y muy difícil pero también muy humilde y me sentía más cómodo con este aspecto imperfecto.

– ¿Cree que todavía hay muchas cosas que faltan por contar de Ernesto Guevara?

D.: Yo creo que hay muchas todavía. Se puede hablar también de Ernesto como lector de literatura universal. Fíjate que cuando lo asesinan en Bolivia, en su mochila estaba la antología de poemas que había escrito él sobre los poetas que le gustaban, libros de filósofos que le interesaban, sus diarios, y la cámara con la última foto que existe de él con vida se la hicieron estando él encaramado a la rama de un árbol leyendo un libro. Él siempre se refugió en los libros y en las ramas de los árboles como si fuera un pajarito, se subía para leer y para escribir. Es algo singular en el jefe de unos guerrilleros. Es algo que me hubiera gustado preguntarle. La huella del doctor Ernesto es el alma de este extraordinario hombre sin par, que con su acción y con su ejemplo influyó en nuestra historia reciente y en la conformación de una esperanzadora utopía para el mundo actual.

– Va a tener que leer ese discurso en algún lado.

D.: (Risas) Un día de estos lo hago.

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