Tras hablar con el director de Dictado, llegaba el turno de los actores protagonistas. Sergio de Benito y Favio Rossini entrevistaron a Juan Diego Botto así como a una atentísima y encantadora Bárbara Lennie.
Pregunta.- Bárbara, ¿has notado el cambio respecto a anteriores títulos de tu filmografía?
Bárbara Lennie.- Sí, tiene poco que ver con lo que he hecho hasta ahora. También en cuanto al personaje que interpreto, mucho más cálido y luminoso de lo que he hecho. Pero si hay género en la película fue como algo secundario, en cuanto al trabajo con Antonio y a cómo nosotros afrontamos los personajes.
Pregunta.- ¿Cuáles han sido vuestros referentes a la hora de preparar este papel?
Bárbara Lennie.- Siempre pregunto a los directores qué películas les apetece que vea que les hayan inspirado o les guste la gente que hay en ellas. En este caso, Antonio no me dijo nada y no quiso que yo viera nada. Referentes siempre tengo, para unas películas o para otras siempre hay actrices a las que vuelvo, pero no para un personaje concreto.
Juan Diego Botto.- Muchas veces trabajo apoyándome en otros trabajos, pero en este caso los referentes que busqué eran de personajes reales. Gente que vivía en distintas instituciones, personas que conozco, me inspiré en seres humanos reales a los que podía acceder, con los que podía interactuar.
Pregunta.- ¿Cómo ha sido trabajar con el resto de los miembros del reparto, en especial la niña?
Bárbara Lennie.- Ha sido bonito, me gustan mucho todos los actores de la película: Nora Navas, Marc Rodríguez, Ágata Roca… y con Juan Diego ya trabajé en Obaba. Con la niña fue un aprendizaje, a veces muy divertido y otras no tanto, a veces fácil y otras muy complicado. Tiene siete años y hasta que entendió un poco de qué trataba esto tuvimos unos quince días en los que se tiraba por los suelos y se quería ir a su casa. Pero también ha sido muy mágico contar una película al lado de una niña que en dos segundos tiene la capacidad de meterse en la situación imaginaria que se le plantea y la vive hasta el final.
Juan Diego Botto.- Con Bárbara había coincidido hace ocho años, eran sus primeros trabajos y nos entendimos muy bien, fue un gran apoyo para mí a la hora de crear este personaje. Hubo una relación muy fluida. Con la niña también muy bien, tuvimos la suerte de que es muy extrovertida, tenía muchas ganas de hacer la película y creo que esto jugó mucho a nuestro favor, con la dificultad que presentan los niños siempre: concentración limitada, se cansan rápido, enseguida se aburren… lidiamos con eso bastante bien.
Pregunta.- ¿Cómo fue la experiencia en Berlín junto al resto de los miembros del equipo?
Bárbara Lennie.- Para mí fue una sorpresa total que nos cogieran en Berlín para competición oficial, ya que a priori no es un festival en el que yo pensaba que esta película podría competir. Fue mi primer festival internacional aparte de San Sebastián, al que he ido varias veces. Estaba como Mágica, era una niña y aquello me parecía alucinante. Me gustó mucho compartir cartel con esos actores y actrices, con la gente del jurado, me lo pasé muy bien pero podría haber estado en Berlín o en Moscú porque no vi absolutamente nada, pasé del hotel al cine, del cine a la embajada… puedo hablar poco de la vida del festival como tal, porque estuve tres días y fueron muy intensos.
Juan Diego Botto.- Fue precioso, la verdad. Primero, estar seleccionado para Berlín es un regalo que muy pocas películas consiguen. Allí tuvimos la oportunidad de verla con el público por primera vez, nunca la habíamos confrontado con los espectadores, y fue un pase de los que te quedan. La gente reaccionó en todos los momentos que tenía que reaccionar, hubo una ovación cerrada al final… fue muy bonito, yo disfruté muchísimo.